Samsung ya ha tenido que lidiar con el primer problema del Galaxy S8 y Galaxy S8+. Algunas unidades se han recibido con un tinte rojo en la pantalla que la compañía dice que se puede ajustar mediante el cambio de la temperatura de color en la configuración de la pantalla.
Sólo en caso de que tal ajuste no pueda ser realizado por los propietarios de teléfonos, la empresa ha enviado una actualización de software a los centros de reparación autorizados para que ayude a lidiar con el problema.
Otro problema del Galaxy S8 y Galaxy S8+
Ahora, parece que otro problema ha levantado preocupación. Algunos propietarios de Galaxy S8 dicen que no pueden cargar su teléfono de forma inalámbrica. Manifiestan que cuando usan el cojín de carga rápida de Samsung o algunas de las almohadillas de carga más antiguas no funcionan.
Sin embargo, el uso de estas almohadillas más antiguas con un Samsung Adaptive Fast Charger no permitirá que el pad funcione a una velocidad «estándar». Cuando un pad no funciona, aparece una notificación en la pantalla que indica que se ha detectado una carga irregular. En la parte inferior de la pantalla, un mensaje parpadea y se apaga indicando que la carga inalámbrica se ha detenido.
Viejas almohadillas no funcionarán en los nuevos teléfonos
Hay más en esta situación complicada, por lo que es posible que desee tomar notas. Como dijimos, las viejas almohadillas de carga rápida de Samsung no funcionarán en los nuevos teléfonos.
El cojín de carga rápida lanzado con el Galaxy S8 y Galaxy S8 + parece funcionar perfectamente como lo hace el primer cojín de carga jamás producido por Samsung (modelo EP-PN920). Esta es una almohadilla que se encuentra una superficie plana.
Existe la posibilidad de que Samsung impida que Fast Charging funcione en algunas almohadillas de carga más antiguas como una forma de evitar problemas con la batería.
El Galaxy S8 y Galaxy S8 + pueden detectar cojines de carga que no son compatibles con los nuevos modelos insignia.
Samsung quiere cuidarse las espaldas
Después del fiasco de Samsung Galaxy Note 7, quizás la compañía quiera más control sobre las pastillas que están trabajando con el Galaxy S8 y el Galaxy S8 +.
La marca Samsung no puede permitirse volver a caer en lo que le sucedió a su phablet 2016 de gama alta.