La administración de medicamentos para el reflujo aumentan las posibilidades de fractura en niños en el futuro.
Un estudio encontró que los medicamentos prescritos para los niños menores de un año de edad pueden aumentar sus posibilidades de fractura casi en un tercio.
Este tipo de tratamientos se administra a bebés que devuelven la leche durante o poco después de la alimentación. A esto se le conoce como reflujo.
Esto ocurre porque el esófago o el tubo de alimentación de un bebé, aún está en desarrollo y normalmente, se detiene en su primer año cuando el anillo inferior del músculo ha crecido lo suficiente para detener el contenido de su estómago fugas.
Sin embargo, un estudio efectuado a 900 mil niños sanos encontró que los medicamentos prescritos por los médicos para el reflujo elevaron el riesgo de fractura en niños hasta un 31 por ciento.
Esto podría ser debido a que reducen el ácido del estómago que es necesaria para absorber el calcio. Esto a su vez fortalece los huesos.
Los antiácidos y las posibilidades de fractura en niños
La doctora Laura Maldochi, que dirigió el estudio en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed, dijo que hay muchos antiácidos de venta libre que pueden ser benignos.
“Sin embargo, nuestro estudio se suma a un creciente cuerpo de evidencia que los medicamentos antiácidos no son seguros para los niños, especialmente los niños de muy corta edad, y sólo debe ser prescrito para el tratamiento de casos graves confirmados de la enfermedad por reflujo gastroesofágico sintomática durante el menor de tiempo necesario”, explicó Maldochi.
El reflujo ácido afecta hasta dos tercios de los niños, que regurgitan la leche. Esto es diferente de vómitos, donde sus músculos se contraen con fuerza para expulsar el contenido de su estómago.
Los mismos fármacos se utilizan para los adultos con acidez estomacal, que también es causada por el reflujo ácido. Pero estos no están disponibles en las farmacias para los niños.
En su lugar, los médicos prescriben los inhibidores de la bomba de protones (IBP) y antagonistas de la histamina H2-receptor (bloqueadores H2) que cortan la producción de ácido del estómago.
Los fármacos
El estudio de los EEUU miraba 874 niños sanos nacidos dentro del Sistema de Salud Militar 2001-2013. De este número aproximadamente el 10 por ciento fueron prescritos con estos fármacos en su primer año de vida.
Niños prescritos con IBP tenían una mayor probabilidad del 22 por ciento de sufrir fracturas de huesos.
Los niños que tomaron los IBP y los bloqueadores H2 tenían un riesgo 31 por ciento.
Un problema similar se ha encontrado en los adultos que toman los medicamentos para la acidez. Una investigación anterior sugiere que esto es porque se necesita el ácido del estómago para transferir calcio y crear huesos fuertes.
Las fracturas
Los investigadores encontraron que el número de fractura en niños tuvo un aumento con el número de días que tomaron los medicamentos para el reflujo ácido.
Mientras más pequeño sea el niño para darle estos medicamentos, mayor es el riesgo de fractura. A los que se les administró el antiácido antes de los seis meses tuvieron un aumento de posibilidades de fractura.
Sin embargo tomarlos después de la edad de dos años parecía ser más seguro.
El estudio fue presentado este año en el Pediatric Academic Societies celebrado en San Francisco.