En algún momento de su etapa de crecimiento los niños dicen malas palabras. Pero ¿qué hacer cuando esto sucede? Aquí tiene algunas recomendaciones para manejar este tipo de situaciones.
Puede que la culpa sea de YouTube, de los niños más grandes en la escuela, de una película o incluso de usted mismo.
Si usted escucha a su hijo cuando suelta aquella palabrota y siente ganas de reír, trate de abstenerse y sea cuidadoso acerca de su respuesta.
¿Qué hacer cuando los niños dicen malas palabras?
1. Responder, no lo ignore
En lugar de ignorarlo por completo, es importante aprovechar este momento de enseñanza. De lo contrario, ¿cómo se puede esperar que su niño aprenda por qué no es apropiado?
Mantenga la calma. Si está hablando con alguien menor de 6 años de edad, evite el regaño y trate de explicarle de manera sencilla por qué no debe decirlo de nuevo. Dígale que esa no es una palabra que se usa. También puede ponerlo en términos que ellos entienden por decir algo como: “Es incluso peor que ‘estúpida’” u otra palabra que no es bienvenido en su casa.
Cuando los niños son mayores, estos entienden los conceptos más abstractos. Comience por preguntarle a su hijo si entiende el significado de esa palabra que ha dicho. Si no lo hacen, se puede explicar de una manera apropiada para su edad que las malas palabras son ofensivas y que no son aceptables en su casa.
2. Vamos con alternativas
Cuando los niños dicen malas palabras puede iniciar una discusión sobre una lluvia de ideas. Discutan sobre otras palabras que puedan reemplazar a la vulgar. No use el castigo físico en los niños.
Si usted es culpable de la mala palabra que ha dicho su niño, entonces hágale la promesa de que usted también utilizará nuevas palabras.
3. Sea honesto acerca de su propio idioma
A veces, su hijo (con razón) señala que le ha oído a usted o su padre decir una mala palabra. No trate de justificar o negar.
Admita que a veces es difícil de controlar lo que se dice, y dígale que está trabajando para mejorar su vocabularío.
4. No se refuerza positivamente el comportamiento
Si usted como padre usa esas palabrotas con sus amigos, asegúrese de que su hijo no está al alcance de dicha conversación.
Si de casualidad el niño los oye reír cuando dicen malas palabras estará enviando mensajes contradictorios acerca de ellas. Entonces el niño puede creer que está bien decirlas y las repetirá.
5. Siga con las consecuencias
Si su hijo sigue usando malas palabras, tendrá que ser un poco más firme y emplear técnicas de disciplina. Cuando se trata de un niño mayor, explíquele que habrá consecuencias cada vez que diga una mala palabra.
Para un niño de 3 o 4 años, se sugieren recordatorios suaves pero firmes acerca de no usar malas palabras.
Recomendación
Recuerde, cada niño dirá una palabra en algún momento. Es su trabajo como padre guiarlos en la forma en que más lo necesitan. Su objetivo debe ser el establecimiento de límites apropiados, lo que ayuda a expresar sus sentimientos, y aprender a presentarse de la mejor manera posible.