Un reciente estudio sugiere que las madres mayores de 30 años son menos propensas a regañar o castigar a sus hijos pequeños. En este sentido, los niños tienden a tener menos problemas de comportamiento, sociales y emocionales.
Las madres mayores de 30 años
De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Aarhus en Dinamarca, las madres mayores de 30 años tienden a tener relaciones más estables con sus hijos y estos son más educados.
«Sabemos que las personas se vuelven más flexibles mentalmente con la edad. Son más tolerantes con otras personas y prosperan mejor emocionalmente», dijo el investigador Dion Sommer.
«Es por eso que la madurez psicológica explica por qué las madres mayores no regañan y no disciplinan físicamente a sus hijos«, agregó.
«Este estilo de crianza de los hijos puede contribuir a un entorno psicosocial positivo. Esto a su vez afecta a la educación de los niños», explica Sommer.
Los investigadores indican que estos beneficios se observaron en los niños cuando tenían edades comprendidas entre 7 y 11 años.
En el estudio, los investigadores analizaron los datos de una muestra aleatoria de poco más de 4.700 madres danesas. Los resultados mostraron que, en 2015, la edad media en el embarazo en este grupo fue de alrededor de 31 años. Esto significa que la mayoría de los niños daneses de hoy nacieron cuando la madre tenía más de 30 años.
Muchos expertos recomiendan que las mujeres no esperen demasiado tiempo para tener hijos. Esto debido a la disminución de la fertilidad. También por el aumento del riesgo de problemas como el aborto involuntario, parto prematuro y defectos de nacimiento.
«Sin embargo, al estimar las consecuencias del aumento de la edad materna, es importante tener en cuenta los pros y los contras físicos y psicosociales», dijo Sommer.
El estudio fue publicado recientemente en el European Journal of Developmental Psychology.