La mayoría de las madres primerizas quieren amamantar a su recién nacido, y en este afán cometen errores en la lactancia. Aunque parece algo natural y fácil de hacer, hay algunos obstáculos que pueden hacerle tropezar. Esto es lo que necesita saber.
Los errores en la lactancia que cometen madres primerizas
1. Frecuencia con la que se debe alimentar
Por lo general, las madres primerizas creen que cuando los bebés lloran es porque tienen hambre, pero es uno de los primeros errores en la lactancia.
Los bebés no solo se alimentan porque tienen hambre. Su bebé puede sentir que tiene hambre con más frecuencia porque está cansado, tiene sed, malestar, está sobre estimulado. También puede estar pasando por un salto de desarrollo, o simplemente quiere un poco contacto de piel a piel.
Si se toman en cuenta todos estos aspectos, tendrá la percepción de que el bebé está todo el tiempo pegado al pecho de su madre.
2. Asumir que los pechos blandos son un problema
Muchas madres primerizas producen más leche de la que su bebé necesita durante los primeros meses. Sus pechos están cargados la mayor parte del tiempo y, a menudo la leche materna sale sola.
Al rededor de 6 a 12 semanas la producción de leche de una madre se regula para que coincida con las necesidades del bebé.
Tener los pechos suaves no significa que la madre no está produciendo suficiente leche para satisfacer las necesidades del bebé.
3. Preocuparse por la apariencia del pezón
Tanto el seno como el pezón varía de forma y tamaño. Preocuparse por el aspecto del pezón es un poco ridículo. Lo que verdaderamente debe interesar es que el bebé pueda sujetarlo e iniciar el proceso de lactancia.
Como madre no se debe pensar en si se siente bien o no, sino en que es algo bueno para su bebé.
4. Seguir un horario estricto
Otro de los errores en la lactancia materna es creer que debe haber un horario estricto para la alimentación del bebé. Esta técnica puede funcionar si se busca alimentar al bebé solo con fines nutricionales. Las madres primerizas deben recordar que los bebés también usan el pecho como chupete o como un medio para calmarse a sí mismos. Pero también tome en cuenta que la leche materna está diseñada para poner a dormir al niño.
5. Pensar que no se produce suficiente leche
Las madres primerizas pueden producir mucho, otras un poco menos y eso suele preocuparles. Pero no se preocupe, porque una vez que el bebé empieza a succionar del pecho obtiene más cantidad de leche.
6. Usar las fórmulas como complemento alimenticio

Suplantar la leche materna por la fórmula en los primeros meses de vida es muy común pero no precisamente lo más recomendable. Por ello lo ideal es que acuda al especialista antes de comenzar a alimentar al bebé con biberones.
7. No pedir ayuda
Algunas madres primerizas sienten que la maternidad es algo natural y no es nada difícil. Pero, de vez en cuando se permite pedir ayuda.
En los primeros días de vida del bebé, la madre debe saber que no está sola, dice Jessica Leonard, asesora de lactancia materna.
Pedir ayuda a sus parientes más cercanos o a expertos le podrían servir para sortear los errores en la lactancia.