El intercambio no es fácil, pero con paciencia y empatía, puede enseñar a los niños a compartir.
Sabemos que no es una tarea sencilla, pero siguiendo algunas etapas y llevando la empatía del niño a un primer plano los padres pueden ayudar en esta misión.
Tenga en cuenta que si el niño en un principio no accede a compartir, no debe proporcionar castigos ni gritos.
Cómo enseñar a los niños a compartir
La mayoría de los niños no entienden el concepto de «mío» o «tuyo» hasta que tengan al menos 3 años de edad. Pero los niños pequeños vienen con un sentido innato de la justicia, dice Harvey Karp, autor de The Happiest Toddler on the Block.
“En los adultos, compartir se trata de un 50-50. Pero en los niños pequeños la proporción varía más a un 90-10. Es decir, el niño mantiene la mayor parte, mientras que comparte el otro 10 restante”, dice Karp.
El primer paso, antes de saltar a corregir a un niño (como los padres tienden a hacer), es « reconocer las necesidades y los deseos del niño», sugiere Karp. «Los niños necesitan saber que sus deseos son apreciados y respetados».
Y cuando su hijo comparte con éxito un juguete, recompensar el comportamiento con una felicitación o con una frase como «buen trabajo», le anima aún más.
«Todos prestamos más atención a lo que se oye por casualidad», dice Karp. En este sentido, los niños podrán apreciar el cumplido de terceros.
Algunas estrategias
Preparación para la hora del juego
Deje que los niños elijan algunas de sus posesiones más queridas y las pongan a un lado antes de que otros niños se acerquen más. Cuando hay hermanos, especialmente los hermanos y hermanas mayores, pueden tener algunos juguetes designados sólo para ellos.
Esperar el turno
«Los niños tienen una mejor idea de lo que quiere si se utiliza el término ‘tomar turnos,'» dice Karp.
Explicar a los niños que compartir los juguetes también tiene su turno, al igual que cuando se hacen actividades.
Citar ejemplos
Karp sugiere señalar la participación de otros como ejemplo para sus hijos. «Mira a ese hombre. Él comparte el pan con las aves», dice el experto.
Hacer referencia a lo que hacen los demás es «una forma efectiva de plantar la semilla» para compartir, explica Karp.