Los padres pueden pensar que conocen a sus hijos mejor que nadie, pero muchas veces son las abuelas las primeras en detectar el autismo en los niños.
Los científicos han determinado que son ellas las primeras en identificar los signos de trastorno del espectro autista (TEA).
Detectar el autismo en los niños
La investigación revela que los niños que interactúan con más frecuencia con sus abuelas pueden reducir su edad de diagnóstico hasta por cinco meses. Esto, a su vez, es beneficioso para iniciar los tratamientos y terapias sin perder tiempo.
El estudio, realizado por un grupo de médicos de Nueva York, llevó a cabo una encuesta en línea con casi 500 padres de niños con autismo.
Los padres informaron de que miembros de la familia eran catalizadores al momento de detectar el autismo en los niños.
Cerca de 50 por ciento dijo que algunos amigos y familiares sospecharon que los niños tenían una enfermedad grave. Esto antes de que los propios padres lo notaran.
Tener una interacción frecuente con una abuela redujo la edad de diagnóstico de TEA por unos cinco meses y, con un abuelo, la edad se redujo en casi cuatro meses.
El papel de los familiares y amigos
Los investigadores encontraron que la estructura de la familia en general, también jugó un papel importante para detectar el autismo en los niños.
Las familias que tenían un solo hijo fueron diagnosticados con TEA entre seis y ocho meses antes.
Pero ser el hijo más pequeño, y tener interacción con los hermanos mayores, redujo la edad de diagnóstico por casi 10 meses.
El equipo dijo que esto podría deberse a que los niños mayores sirven como punto de referencia para ver si el hermano menor está teniendo problemas con su desarrollo.
«Vimos con preocupación que aproximadamente la mitad de los amigos y familiares que notaron alguna situación irregular con los niños se resistían a compartir sus preocupaciones con los padres», dijo el doctor Joseph Buxbaum, neurocientífico de la Escuela de Medicina de Icahn en el Monte Sinaí en Nueva York.
«Es importante destacar que la interacción frecuente con un abuelo, y en particular una abuela, se asoció con un diagnóstico más temprano del autismo en los niños», agregó el especialista.
Los autores de la investigación dicen que estos hallazgos sugieren que hay oportunidades para lograr un diagnóstico más temprano, recurriendo a la sabiduría de los amigos y familiares.
Las investigaciones anteriores han demostrado que la aceleración de la edad de diagnóstico puede tener efectos a largo plazo sobre el comportamiento del niño y mejorar el tratamiento y la conducta social.