Nuevos detalles sobre la muerte de Carrie Fisher han salido a la luz. Según una autopsia, la eterna princesa Leia tenía heroína y cocaína en su sistema en el momento de su muerte.
Más detalles sobre la muerte de Carrie Fisher
La revista People obtuvo documentos oficiales de la oficina del forense del condado de Los Ángeles donde se revelan que la actriz tenía cocaína, metadona, etanol y opiáceos en su sistema cuando falleció a los 60 años en diciembre del año pasado.
Aunque Fisher tenía múltiples sustancias en su sistema, no está claro si el consumo de drogas en última instancia contribuyó a su muerte.
«Basándonos en la información toxicológica disponible no podemos establecer la importancia de las múltiples sustancias que se detectaron en la sangre y el tejido de la Sra. Fisher con respecto a la causa de la muerte».

La Oficina del Coroner del Condado de Los Angeles reveló que la muerte de Fisher fue causada por apnea del sueño y otros factores indeterminados. La muerte de Carrie Fisher fue atribuida primeramente a un infarto mientras estaba a bordo de un avión con destino a Los Angeles.
Su hija declaró
Billie Lourd, la única hija de Fisher, dio unas declaraciones a la People.
«Mi mamá luchó contra la adicción a las drogas y enfermedades mentales durante toda su vida. Ella fue deliberadamente abierta sobre los estigmas sociales que rodean estas enfermedades. Conozco a mi mamá, ella querría que su muerte animara a la gente a ser abierta sobre sus luchas, a buscar ayuda. La vergüenza y los estigmas sociales son los enemigos del progreso a las soluciones”.
También, Fisher había sido abierta durante mucho tiempo sobre su lucha contra el trastorno bipolar y sus problemas de abuso de sustancias. A partir de los 13 años cuando empezó a fumar marihuana, luego más tarde comenzó a consumir cocaína y LSD.
Finalmente, Fisher exploró sus problemas con la adicción en su novela semi-autobiográfica Postcards from the Edge, que más tarde se convirtió en una película protagonizada por Meryl Streep.