La tarde con un postre aromático y esponjoso a la mano es perfecta como ninguna. Tienes derecho a disfrutar de un momento de relax con el mejor postre. Por eso, te regalamos la receta del pastel de jengibre y calabaza. ¡Está echo al vapor!
Solo tienes que dedicar una hora y media a la cocina y tendrás una torta completa para compartir. ¿El secreto para que quede como una esponja? Pues la calabaza rallada. Si sigues las indicaciones de esta receta todos quedarán impresionados y podrán pasar un momento genial. ¡A cocinar!
Ingredientes para el pastel de jengibre y calabaza
- Mantequilla, para engrasar
- Jengibre en tallo preservado en un tarro, finamente picado (3)
- Jarabe del tarro de jengibre (4-6 cucharadas)
- Huevos grandes (3)
- Azúcar en polvo de oro (200 g)
- Calabaza pelada y finamente rallada (200 g)
- Cáscara de un limón grande
- Harina de arroz (175 g)
- Almendra molida (50 g)
- Jengibre molido (2 cucharaditas)
- Polvo de hornear (2 cucharaditas)
Preparación del pastel de jengibre al vapor con calabaza bien rallada
- Toma un molde para pudin de 1,5 litros y engrasa con mantequilla. Coloca un tercio del jengibre y todo el jarabe el fondo. Deja esto de lado por el momento.
- En un bol, bate los huevos y el azúcar con un batidor eléctrico hasta tener una mezcla pálida y esponjosa. Une la calabaza, la ralladura de limón y el resto del jengibre.
- Añade al resultado los ingredientes secos en la mezcla de huevo con una cuchara grande de metal hasta que estén bien combinados.
- Llena el molde con la masa obtenida y cubre con una capa de pergamino mantequilla y papel de aluminio. Debes dejar un pliegue en el centro para permitir que el pudín suba con la cocción.

Cocción al vapor o baño de María
- Amarra firmemente con la cuerda el molde y después coloca dentro de una cacerola grande con un tazón upturned en la parte inferior. Vierte agua hirviendo para llegar a la mitad de los lados de la cuenca y cubre con una tapa.
- Cocina a fuego lento durante una hora y media.
- Comprueba que el nivel de agua de vez en cuando, y recargar si es necesario. Cuando la masa tenga la consistencia deseada puedes sacar del agua y dejar enfriar o servir caliente.
Ahora puedes disfrutar del pastel de jengibre y calabaza en casa con una rica taza de té. ¡Buen provecho!