En ocasiones las féminas no tienen interés en el sexo. La inapetencia sexual en mujeres podría estar relacionado con la educación, la experiencia, pero además podría haber una explicación médica para la falta de deseo en la mujer.
Falta de deseo en la mujer: algunas causas que la producen
Reducción del flujo sanguíneo
La diabetes y la hipertensión arterial están entre los problemas de salud genital que pueden restringir el flujo sanguíneo.
Problema hormonal
La menopausia, la lactancia materna, las píldoras anticonceptivas y problemas de tiroides también podría disminuir el deseo sexual.
Efectos secundarios de los medicamentos
Los antidepresivos y agentes de quimioterapia expulsan frecuentemente el tamoxifeno, lo que acerca a las personas la menopausia.
Posibles tratamientos para la la falta de deseo de una mujer
Los problemas de deseo sexual inhibido suelen necesitar de atención sexológica, que incluye trabajar factores de predisposición, relacionados con la historia erótica y la educación sexual.
Abordar las vías de placer
Para abordar la falta de deseo sexual es fundamental trabajar las vías del placer. A modo explicativo. Se puede pensar que existen unas vías neuronales relacionadas con el placer y el deseo sexual.
Y para que todo funcione bien, el tránsito del deseo al placer tiene que ser un atractivo camino, lleno de gratos estímulos, como se supone que debería ser el encuentro erótico.
Las personas que tienen problemas de deseo no encuentran el camino. Y cuando lo encuentran, está plagado de obstáculos. Llámese culpa, sensaciones extrañas de malestar, de agobio.
Por estas razones en vez de disfrutar de un bello paisaje, se enfrentan con el temor del túnel imprevisto y agobiante.
El tratamiento supone, metafóricamente, salir del túnel y recuperar, o disfrutar por primera vez, de una sexualidad fluida y placentera en toda su extensión: deseo, excitación, orgasmo y resolución.
No se debe confundir la ausencia temporal de ganas con el problema sexual al que hacemos referencia.
Se considera un trastorno cuando la falta de deseo es persistente y recurrente y sucede desde hace por lo menos 6 meses.