Si tiene acidez al menos dos veces a la semana por tiempo prolongado, es probable que padezca de la enfermedad de reflujo gástrico. Esta es una condición muy común entre los adultos.
Hay dos tipos básicos de reflujo gástrico: la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) y la enfermedad de reflujo laringofaríngeo (LPRD).
Como su nombre lo indica, la principal fuente del problema con la enfermedad de reflujo gástrico es el ácido en el estómago. La diferencia entre los dos tipos es la ubicación en la que el ácido se desplaza, ya sea hacia arriba en el esófago (ERGE) o hasta la garganta (LPRD).
Enfermedad de reflujo gástrico
Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE)
Desglosar el término «gastroesofágico» ayuda a entender un poco más de qué se trata la enfermedad.
«Gastro» se refiere al estómago, y «esófago» es el órgano que conecta la garganta con el estómago. Es como una autopista para la comida.
«Reflujo» proviene de las palabras en latín «re» (es decir, de nuevo, otra vez) y «fluxus» (que fluye). Así que literalmente significa el reflujo de contraflujo, o la reversión del flujo. Por lo tanto la ERGE describe una condición mostrada por la inversión del flujo del contenido del estómago hacia el esófago.

Enfermedad por Reflujo laringofaríngeo (LPR)
Cuando el reflujo ácido va más allá del esófago, se llama reflujo laringofaríngeo (LPR). Para comprender qué tan lejos puede llegar el ácido es necesario conocer la estructura que rodea la parte superior del esófago.
La garganta, también conocido como la faringe, es la vía común para la alimentación y por donde pasa el aire. En su extremo inferior, la faringe se divide en la laringe en el frente y el esófago en la espalda.
La caja de la voz o la laringe, es una estructura en forma de tubo que contiene las cuerdas vocales. El aire pasa a través de la laringe para entrar en la tráquea, y de ahí sigue su camino hacia los pulmones.
La parte superior del esófago se encuentra inmediatamente detrás de la laringe y baja por el pecho, que se intercala entre la columna vertebral en la espalda y la tráquea en el frente.
El ácido que viaja a la garganta puede extenderse a varias áreas. Puede afectar la laringe, los pulmones, los dientes, los senos paranasales y hasta las orejas.
El reflujo gástrico laringofaríneo no es tan común como el reflujo gastroesofágico. Este último es más frecuente de lo que la gente piensa.