Al igual que la piel necesita un cuido especial, las pestañas requieren de ciertos tratamientos. A continuación algunos consejos que te ayudarán a fortalecer las pestañas de forma natural y así harás que luzcan saludables y más alargadas.
Consejos para fortalecer las pestañas de forma natural.
- Evitar frotar los ojos con frecuencia, porque esto las debilita. No exponerse tanto tiempo al sol este puede dañar, secar y romper las pestañas.
- Cepillarse las pestañas es importante, y aunque no lo parezca se puede hacer diariamente.
- Desmaquillar también es otro de los pasos que no debes olvidar. A la hora de retirarse el maquillaje de los ojos se debe hacer con mucho cuidado y de forma suave.
- No usar rizador a diario, resérvalo para las ocasiones más especiales para evitar dañarlas.
Productos que puedes usar
El aceite de almendras dulces puede ser un gran aliado para alargar las pestañas. Además de darles un extra de nutrición mientras duermes, si eres constante los resultados serán visibles. Hazlo mediante suaves masajes.
De no tener aceite de almendras este se puede sustituir por vaselina. Conseguirás casi los mismos resultados. Con el aceite de ricino también puedes conseguir resultados favorables.
Otra técnica para fortalecerlas es aplicar un poco de suero. Existen sueros de crecimiento que ayudan a mantener en buenas condiciones las pestañas. Además conseguirás alargarlas y lucir una mirada mucho más seductora.
Buena alimentación
Al igual que ocurre con el cabello, si se ingieren los nutrientes necesarios, se puede obtener unas pestañas fuertes y sanas.
Mediante una buena dieta se pueden conseguir resultados visibles. Es recomendable elaborar un batido a base de nutrientes esenciales.
Ingredientes para el batido de nutrientes
- 6 zanahorias
- El zumo de 4 naranjas
- 1 cucharada de nueces
- Una cucharada de piñones
- 1 cucharada de miel
Mezclar todos estos ingredientes. Deberás tomar un vaso de este preparado una vez al día durante tres meses. Realiza este tratamiento sobre todo durante la primavera o el otoño, meses en los que el cabello es más propenso a caerse.